He estado pensando: cuántas veces hemos escuchado aquello de “se recomienda un consumo moderado de alcohol” o “el consumo de galletas debe ser moderado”, ¿verdad? ¿Qué dan a entender estos enunciados? ¿Los estamos interpretando de la manera correcta?
En muchas ocasiones, vemos descritos en guías de recomendaciones dietéticas o en pirámides alimentarias el concepto de “consumo moderado” o “consumo ocasional”. Si hacemos caso a la definición exacta de estos conceptos, y consultamos qué nos dicen las autoridades alimentarias, vemos que es bien distinto a lo que la población en general entiende. Y me incluyo.
Hablando concretamente sobre la Pirámide de Alimentación Saludable creada por la SENC (Sociedad Española de Nutrición Comunitaria), en teoría, la forma de la pirámide nos indica la frecuencia y las cantidades que debemos consumir de diferentes alimentos. En la base tenemos aquellos que más peso tienen en nuestra alimentación diaria, y conforme nos acercamos a la cúspide, aparecen los alimentos que hay que consumir en menor medida.
“En el vértice se sitúan alimentos de consumo opcional y que, en caso de consumirse, ha de ser ocasionalmente”. Esta y otras afirmaciones de Javier Aranceta, presidente del comité científico de la SENC, reespaldan las recomendaciones dadas en esta pirámide.
Hasta ahí bien. Pero, ¿qué alimentos conforman esos consumos opcionales y/o ocasionales?
«El consumo de embutidos y carnes rojas y procesadas debe ser más ocasional y de mejor calidad. […] Por otro lado, sugerimos un consumo ocasional y reflexivo de todos los alimentos ricos en sal, azúcares y grasas.»
Según esta pirámide, las bebidas fermentadas (vino y cerveza) están indicadas con un sutil «consumo opcional, moderado y responsable en adultos». ¿Opcional? Si quieres sí, y si no quieres no. Esa es la cuestión.
¿Qué es lo que se entiende tras estas afirmaciones? Creo que, al pie de la letra, y con el diccionario por delante, no son erróneas. Pero lo importante del mensaje es que llegue correctamente al receptor; en este caso, la población. Se da por hecho que hay que comer de vez en cuando, un poco de todo. Y esto es terriblemente subjetivo. Para Pepita puede ser «comer de vez en cuando», 3 veces a la semana. Para Fulanita puede ser una vez al mes. ¿Quién está en lo cierto? Un consumo moderado para Juan puede ser un pico de pan. Para Ernesto, media barra. La población necesita(mos) recomendaciones más específicas. Más claras, sin rodeos y que no estén influenciadas por empresas interesadas.
Quisiera añadir, sobre esto último, unos comentarios acerca de esta pirámide realizada por la SENC, en forma de “tuits” (publicados hace aproximadamente un año), en los cuales hago referencia a las colaboraciones con Industrias Alimentarias, las cuales presupuestan su actividad. Aunque os invito a consultarlas en su página web. Ejemplos: Campofrio Cuida-t+, Coca-Cola Iberia, Cuétara, Danone, Kellogg’s, Nestlé, Pepsico, proVacuno, Puleva, etc.
En definitiva: la indicación que podría darse con mayor precisión, a mi parecer, sería: Evitar el consumo de los productos que se recomiendan como consumo “moderado” u “ocasional”. Y en caso de hacerlo, tener en cuenta las cantidades: que estas sean pequeñas (lo menos posible). Esto ayudará a atenuar los perjuicios sobre la salud que la evidencia científica les atribuye.
Por ello, creo que otras maneras de enfocar las recomendaciones, son más acertadas. (Plato Saludable de Harvard ® o Pequeños cambios para comer mejor ®). Y no porque el mensaje que quiera transmitir esta pirámide sea erróneo. Sino porque llega al receptor de manera distorsionada. Quizás porque no queremos escuchar lo que se nos está diciendo. Y eso lo sabe bien el Marketing. A todos nos gusta comer o beber cosas que están en la cúspide, hay que reconocerlo. Pero lo importante es saber que esto no es bueno para nuestra salud.
Y porque nos cuesta entender lo que no queremos escuchar, considero que hay que ser más radical dando recomendaciones, sobre todo si somos profesionales sanitarios, o tenemos alguna influencia en la salud de las personas. Pero estas recomendaciones solo se pueden dar desde el más sincero deseo de que la salud de la población mejore. Sin intereses de por medio.
Que cada uno, después, es libre de hacer lo que quiera. Pero no justifiquemos las malas elecciones con “bebo alcohol, pero de forma ocasional”. Beber alcohol todas las semanas, no es ocasional. Es hacer un consumo semanal de alcohol. “Como dulces todos los días, pero con moderación”. ¿Has calculado si tu ingesta de azúcar libre al día sobrepasa los niveles recomendados por la OMS?, “no más de 25 gramos al día”. Un solo yogur azucarado puede estar superando estos niveles (compruébalo).
Nada nos hace más libres que el conocimiento. Libres de actuar con la información por delante. Libres de tomar las elecciones aun sabiendo que nos hacen daño.
Pero piensa una cosa: ¿Acaso eres libre cuando no puedes controlar comerte una magdalena de más? ¿Eres libre si quieres dejar de fumar, pero tu conducta no te lo permite? Busca ayuda. Estás rodead@ de profesionales dispuestos a dejarse los cuernos y que dejes los malos hábitos.
Y aquí mi aportación: además de estar disponible para contactar conmigo para lo que necesites, me he tomado la libertad de hacer mi propio “Plato Saludable iEnjoyHealth”, basado en el Plato Saludable de Harvad. También tenéis la versión para descargar. La puedes imprimir y poner en tu nevera para tenerlo presente. También viene con una tabla de frecuencia de alimentos.
Un saludo y a Disfrutar con salud!!!! 🙂